
El Calafate fue la primera ciudad del país que construyó un bar de hielo. El El Yeti Ice Bar, cuya temperatura es de -13ªC.
En Argentina no es usual entrar en un bar de hielo. Es más común ver a las personas disfrutar del mate y el calor en una playa o en una plaza con familiares y amigos.
Sin embargo, estos lugares existen. Uno de ellos se encuentra en la Patagonia, más precisamente en El Calafate.
El Yeti Ice Bar es uno de los bares de hielo más populares de la ciudad, situado en Avenida del Libertador 1359. Es el primero que se ubica en el centro, ya que ésta cuenta con otro más: Glacio Bar, a 5 kilómetros de la ciudad por el camino que se dirige hacia el glaciar Perito Moreno.
Para ingresar al Yeti Ice Bar se forman largas filas en la puerta. Una vez allí se debe transitar por tres etapas.
Primero, para ambientarse, se debe pasar por un recinto que tiene una temperatura cálida en el que se puede degustar de bebidas calientes y pasar un buen momento. Luego una recepcionista invita a los visitantes a una pre cámara de frío, con una temperatura promedio de 5 ºC. La misma sirve para aclimatarlos a la helada que experimentarán después en la cueva.
Los empleados del lugar brindan una charla informativa y proveen a los viajeros de un traje especial: una capa aislante con capucha, unos guantes y un calzado cubierto con crampones para no patinarse.
“Listo, pueden entrar”, dice Antonella. “Yo voy a estar en la barra”, añade.
¡Qué emoción! El frío ni se siente, pese que está todo congelado. La temperatura es de -13 ºC. Es puro hielo: el suelo, los sillones, las paredes, sus esculturas, la barra y hasta los vasos. Pero las copas no se resbalan de las manos, solamente hay que procurar de que no se dañen.
Todo el Yeti Ice Bar está diseñado para vivir una experiencia visual inolvidable. Tiene un equipo de fotógrafos profesionales que plasman hermosos recuerdos.
No hay mucho tiempo para disfrutar de esto tan original; sólo 25 minutos. Pero la gente lo aprovecha. Caminan de un lado a otro, algunos se acercan a la barra para tomar un trago, otros bailan y conversan entre ellos.
Me intriga saber cómo construyeron esto tan fantástico. Sofía, la fotógrafa me cuenta que con camiones trajeron hielo del glaciar Perito Moreno y de otros glaciares. Me explica que la temperatura se mantiene debido a que hay cámaras frigoríficas que no permiten que el frío se vaya.
Yeti Ice bar es la atractiva propuesta de dos bares en un mismo lugar. Es ideal para que los visitantes conozcan algo original de lo que jamás se arrepentirán.
El Calafate fue la primera localidad en implantar en Argentina la moda de los bares de hielo. Gracias a eso no hace falta cruzar las fronteras para gozar de estas novedades insólitas. Los orígenes de los bares de hielo se remontan a Suecia. El primero del mundo fue El Absolut Icebar, construido en el hotel Icehotel, en 1994. Esta nueva propuesta fue realizada con agua congelada que llevó el caudaloso río Torne. Este curso de agua europeo, con una longitud de 22 kilómetros de largo, discurre por el norte de Suecia y desemboca en el golfo de Botnia, cerca de Haparanda.
